El albaricoque, también conocido como damasco o albérchigo, es el fruto del albaricoquero, árbol de la familia de las Rosáceas. Esta familia incluye más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles distribuidos por regiones templadas de todo el mundo. Las principales frutas europeas, además del rosal, pertenecen a esta gran familia. El fruto tiene la carne jugosa, firme y con un delicioso sabor dulce.
Este, tiene un contenido nutricional del que podemos resaltar sus vitaminas A, C, folato o B9, Niacina o B3, riboflavina o B2, tiamina o B1 y piridoxina o B6. De los minerales podemos destacar el potasio, fósforo, calcio, hierro, selenio y zinc. Los albaricoques contienen fibra, carbohidratos, agua, proteína vegetal y carecen de grasa en su composición.
Pero además, nos proporciona numerosos beneficios, entre ellos :
1.- El albaricoque nos aporta antioxidantes que protegen nuestras células del ataque de los radicales libres y retrasan el envejecimiento.
2.- Es una fruta beneficiosa que nos ayuda a combatir la retención de líquidos debido al aporte de potasio, un mineral con acción diurética.
3.- Los albaricoques participan en la prevención de enfermedades degenerativas, cardiovasculares e incluso cáncer.
4.- Es una fruta excelente para las personas con hipertensión o tensión arterial alta.
5.- Los taninos del albaricoque poseen efecto antiinflamatorio.
6.- Los albaricoques están muy indicados en dietas de adelgazamiento para personas con obesidad o sobrepeso.
7.- Podemos contribuir al buen estado de nuestra piel y cabello consumiendo habitualmente albaricoque.
8.- El albaricoque favorece el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
9.- La quercetina (un flavonoide) del albaricoque tiene acción antitrombótica, contribuyendo a la prevención de trombos.
10.- Los albaricoques cuidan la mucosa del tracto digestivo, siendo excelentes aliados en casos de problemas de estómago e intestino delgado.
Fuente: Frutas