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Descubre las razones por las que es bueno añadir a los Garbanzos en tu dieta

 

El garbanzo (Cícer arietinum L.) es una legumbre muy usada en todo el mundo. Posee un origen de consumo y cultivo en la zona del extremo oriente, entre Turquía y Siria y data desde hace unos 10.000 años.

El garbanzo es muy rico nutricionalmente ya que goza de una alta carga calórica, contiene gran cantidad de proteína vegetal que contiene todos los aminoácidos esenciales no obstante, es deficiente en metionina por lo que será necesario mezclarlos con alimentos ricos en metionina como el arroz, la quinoa o el trigo sarraceno y así podremos conseguir una proteína muy completa y de alta biodisponibilidad y totalmente de origen vegetal.

Los garbanzos no contienen gluten. Su contenido en hidratos es alto siendo estos de absorción lenta. Su aporte de fibra es bastante alto aportando fibra insoluble pero también mucha fibra soluble. El garbanzo es bastante fácil de digerir, su contenido en grasa es mayor que el de otras legumbres siendo fuente de ácidos grasos poliinsaturados, en su mayoría, omega-6. Es fuente de vitaminas del grupo B destacando el aporte de ácido fólico y de vitamina A y un poco de vitamina C. el aporte de minerales es muy completo siendo fuente de calcio, hierro, yodo, magnesio, potasio, sodio, selenio y zinc. Los garbanzos y todo el grupo de leguminosas contienen muchos ácidos nucléicos.

Así pues, por sus propiedades podemos encontrar algunos beneficios, tales como:

  • Ayuda a la digestión y regularidad intestinal:debido a su alto contenido en fibra, los garbanzos ayudan a prevenir el estreñimiento y promueven la regularidad de un sistema digestivo saludable.
  • Beneficios en la presión sanguínea:mantener una ingesta baja en sodio es esencial para reducir la presión arterial, sin embargo el aumento de la ingesta de potasio (como el contenido en los garbanzos)  puede ser muy positivo debido a sus efectos vasodilatadores.
  • Ayuda a controlar el peso:la fibra es un elemento importante en el control y pérdida de peso al funcionar como elemento saciante y por tanto, reductor del apetito. Comiendo garbanzos nos sentiremos más llenos durante más tiempo y por tanto, reduciremos nuestro consumo total de calorías al día favoreciendo la pérdida de peso.
  • Controla tu colesterol:muchos estudios han demostrado que incluir garbanzos en nuestra dieta reduce la cantidad de lipoproteína de baja densidad (LDL) en la sangre, o lo que conocemos como “colesterol malo”.
  • Salud de los huesos:el contenido de vitamina K, hierro, fosfato, calcio, magnesio, manganeso, zinc y vitaminas presente en los garbanzos contribuye a la construcción y mantenimiento de la estructura y la resistencia ósea. Así, una baja ingesta de alimentos con vitamina K se  ha asociado con un mayor riesgo de fractura de huesos.Fuente:Edualimentaria
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Agua de cebada

El agua de la cebada se hace de su grano entero y es tan sano como el cereal en sí mismo. Ésta simple bebida, contiene nutrientes como el manganeso, selenio, folato (vitamina B9), tiamina, hierro, potasio, vitamina K, vitamina B6, vitamina C, magnesio, cobre y mucho más. Hoy te traemos esta sencilla pero indispensable receta que te ayudará a mantenerte y sentirte plenamente.
Además, esta bebida está llena de  beneficios, pues su alta cantidad de fibra y magnesio la posiciona como un macromineral que interviene en cientos de funciones como la producción de energía y la síntesis de las proteínas.

Ingredientes:

  • 150 g de cebada
  • Cáscara de piña
  • Clavo de olor y canela
  • Azúcar al gusto
  • 1 limón

Preparación

  1. Tostar la cebada y lavar.
  2. Lavar la cáscara de piña.
  3. Hacer hervir el agua con la cebada, la piña, clavo de olor, la cascara del limón y la canela; hervir bien hasta que reviente la cebada y agregar azúcar al gusto;  puedes exprimir un poco del jugo del limón si gustas.
  4. Disfruta como parte de tus meriendas.

Fuente: Cook pad

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¿Sabías qué el Maíz es la planta más cultivada del mundo?

Del Maíz, se han encontrado fósiles de alrededor de 80 mil años en México.

El maíz viene de una planta del mismo nombre. Es una forma de cereal cuyos granos también son llamados trigo de la India. Cuando Cristóbal Colón llegó a América, la planta ya se cultivaba desde Argentina hasta Canadá; hoy se cultiva en los cinco continentes.

El mayor productor de maíz es Estados Unidos (40% de la producción mundial) con su famoso “corn belt”, o “cinturón de maíz” que designa la inmensa zona en la que se cultiva el maíz en el noroeste del país. Su concentración en almidón es la base de la alimentación de numerosas civilizaciones. Por ejemplo,

Se sabe que las palomitas de maíz son un alimento prehispánico originario del continente americano, especialmente de los territorios que hoy se conocen como México y Perú. Su rastro se remonta a milenios atrás, de hecho las palomitas más antiguas fueron encontradas en la Cueva de los Murciélagos de México, 5 mil 600 años antes de la colonización española; y el polen de maíz documentado se remonta a unos 80 mil años, encontrado debajo de la ciudad de México.

Otro dato interesante, es que previamente a que se inventara la cerámica, mil años antes, los antiguos habitantes de la costa peruana ya comían palomitas de maíz, que eran llamadas por ellos “pisancalla”. Las más antiguas mazorcas encontradas en dicho país datan de hace 6 mil 700 a 3 mil años.

Sin duda para las civilizaciones antiguas el maíz esa uno de sus principales alimentos, pues de los diferentes tipos de granos hacían desde bebidas hasta comidas más elaborados como las tortillas y los tamales.

Una de las culturas que hacía uso del maíz eran los Aztecas, a principios del siglo XVI las palomitas eran parte integral de sus ceremonias, a las que ellos llamaban “momochtli”.

Fuentes: Quo; Palomitas de maíz